sábado, 1 de octubre de 2011

La Paradoja de Olbers


¿Por qué es oscuro el firmamento nocturno si el Universo parece tener un tamaño infinito y las estrellas se reparten uniformemente por todo el espacio? La contribución a la luminosidad de cada estrella, por pequeña que ésta fuera, haría resplandecer el cielo incluso de noche si hablamos de un número infinito de estrellas... No crean que es asunto trivial. Durante más de cien años la comunidad científica intentó, sin éxito, dar respuesta a tan razonable pregunta.

El primero en cuestionárselo, allá por 1826, fue el físico alemán Heinrich Olbers, de donde toma el nombre tan célebre paradoja. La solución que él propuso fue considerar que las nubes de polvo existentes en el espacio interestelar absorberían la luz procedente de las estrellas lejanas, con lo que sólo recibiríamos la luz emitida por las más cercanas. Sin embargo, esto no resolvía la paradoja puesto que de sobra sabemos que la luz incidente en el polvo acabaría calentándolo hasta hacerlo brillar tanto como las fuentes originarias.

Hoy en día la cuestión queda zanjada admitiendo que el Universo no puede ser simultáneamente infinito, eterno y estático. Eterno ya sabemos que no es puesto que las estrellas siguen todas un ciclo vital que viene determinado por su masa inicial. Y estático tampoco: el Modelo Estándar nos habla de un Universo en expansión (y además acelerada; otro día hablamos de la energía oscura y la constante cosmológica). De manera que aun siendo nuestro Universo infinito y conteniendo un número infinito de estrellas uniformemente distribuidas, nunca podríamos ver la luz de las estrellas situadas a todas las distancias posibles al no ser éste ni estático ni eterno. O bien la luz de los objetos más alejados aún no ha llegado hasta nosotros (recuérdese que la luz viaja a una velocidad finita de unos 300.000 Km/s), o bien, de hacerlo, habrá pasado tanto tiempo que los objetos más cercanos ya se habrán extinguido y apagado, con lo cual la luminosidad total no resultará tan grande como para hacer resplandecer el cielo.



Créditos
* Foto: Alain Sallez (picdumidi.org) & David Romeuf (Université Lyon 1).
* Música: "The Sky Moves Sideways (Phase One)" (Porcupine Tree).

16 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Música muy adecuada para esta interesante paradoja que nos presentas hoy, Kine. Un abrazo.

PD: Gracias por hacerte eco del proyecto benéfico

David dijo...

A la noche releo esto para ver si me quedo con algo... Qué variedad de preocupaciones e intereses tiene los humanos!. Curioso, sí.
El universo no será eterno...pero Dino, sí, ¿no?
Otro saludo.
Aviso: No me voy a quedar a escuchar los 18 minutos del tema.

David dijo...

Hasta el 9...

Licantropunk dijo...

Yo pensaba que la noche la habían inventado las compañías eléctricas...
Saludos.

Manuel Márquez dijo...

Ya sabes bien, compa Kine, que a los de letras nos cuesta un montón pillar estas cosas (si, encima de ser de letras -como es mi caso-, se es bastante ignorante, en general -como es mi caso, también...-, pues la cosa se complica mucho más). Pero, curiosamente, no por ello deja de ser el asunto fascinante. A mí la oscuridad del espacio nocturno, desde pequeño, no solo me ha producido miedo (que también), sino también un tremendo e irrefrenable atractivo. Con lo cual, igual la cuestión, finalmente, es que mejor no saber mucho el fundamento científico de la cuestión (excusa de ignorante, me temo...).

Un fuerte abrazo y buen fin de semana.

Marisa dijo...

Interesantísima esta paradoja cósmica. Nada es lo que parece a simple vista, o a simple luz...

Perfecto el tema musical elegido para acompañar esta amena clase de cosmología.

Besos, profe.

Myra dijo...

Confieso que me pierdo en medio de tanto dato..Lo he leído, eh? Pero me he perdido..

Siempre me quedarán las estrellas..

Un beso

Montse dijo...

Preciosa la paradoja de las estrellas en ese cielo infinito.
Es bueno saber que no es estático ni eterno, pero sí infinito ¡me gusta esa palabra! porque es algo que nunca se acaba y yo detesto las despedidas.
Y es bueno saber y, a veces, es bueno no saber. Me gustaba tanto imaginar que las estrellas siempre están ahí, en la noche, estáticas y eternas, junto a la luna, me gustaba soñar... ¿y ahora qué?

Menos mal que la música es genial!

Besos.

Kinezoe dijo...

* MARCOS: Gracias a ti por pasar y comentar. Un fuerte abrazo.

* DAVID: Jajaja... Claro que sí, ¡Dino es eterno! Nosotros moriremos y seremos (pronto) olvidados, pero su música seguirá sonando generación tras generación. Muchas de sus canciones habrán sido incluso radiadas al espacio. Quién sabe hasta dónde puedan llegar... Por cierto, hasta el 9 está más que bien. No te creas que me gusta mucho la segunda mitad de la canción...
Un abrazo.

* LICANTROPUNK: Jajaja... Seguramente anden metidas en el ajo ;-)
Un saludo.

* MANUEL: Bueno, nunca está de más saber... El ser humano es curioso por naturaleza; eso nos une a los de ciencias y a los de letras. Lo importante es seguir mirando el cielo nocturno con fascinación. Gracias por tus palabras. Un abrazo. Y de ignorante nada, a mí no me engañas ;-)

* MARISA: Como siempre, me encanta que te guste. Muchas gracias por el comentario. Y por eso de 'profe', jaja... Es todo un cumplido (y viniendo de quien viene más aún).
Besos.

* MYRA: Bueno, como he dicho antes, lo importante es poder seguir alzando la vista al cielo con fascinación. Gracias por el empeño en la lectura. Sé que te has enterado más de lo que quieres reconocer ;-)
Un beso estrellado. Suena regular eso de estrellado ¿no? jajaja...

* MONTSE: Hola amiga. Realmente no es que sea infinito, de hecho, suele decirse que el Universo es finito, ilimitado y curvo. Lo que yo quería decir es que aunque fuera infinito no habría contradicción alguna. Podría serlo perfectamente, pero al no ser ni estático ni eterno no tiene por qué resplandecer con gran luminosidad (el cielo nocturno). Lo que sí es cierto es que las estrellas no son eternas. Siento haberte desilusionado un poco, jejeje... Gracias por el comentario. ¡Y que la realidad no te impida seguir soñanado! ;-)
Un beso.

Segundo Sánchez dijo...

Kine, a mí los temas relacionados con el universo los leo con gran interés, pero mi mente es muy obtusa y me pierdo de tal manera que no termino de entenderlo.
De todas las maneras, debo hacer una segunda lectura más detenida.
La música me ha sorprendido y muy adecuada para este tema.
Un abrazo.

Kinezoe dijo...

Hola, Valverde. Seguro que en esa segunda lectura lo entiendes ya del todo. Es tan sólo cuestión de leerlo despacio. Me alegra que también te gustara la música.

Gracias por el comentario. Un fuerte abrazo.

Lillu dijo...

A mí estas cosas siempre me producen mucha curiosidad. El mundo está lleno de paradojas :)

La música muy acorde al tema, jeje.

saluditos

Luis Cifer dijo...

¿EIN? No he pillado nada. Nunca había pensado en ello y creo que seguiré sin hacerlo.

Kinezoe dijo...

Gracias por pasar, Lillu. Y a ti también, Luis.

¡Hasta pronto! ;-)

El Doctor dijo...

Magnífico.Ya sabes que me apasiona el asunto.Creo que una vez dije en un comentario sobre las distancias estelares.Existe uno de los problemas más grandes que se plantean los astrónomos y los cosmólogos,incluso los astrofísicos.Ei el universo es abierto o cerrado.Fred Hoyle,astrónomo de prestigio y también un gran novelista de ciencia ficción defendía la teoría de que nuestro universo es cerrado y que se expande y se contráe eternamente.Eisntein era de los que creía que es abierto.
Bueno,da para poco este espacio reducido de los comentarios.

Un fuerte abrazo.

Kinezoe dijo...

Y como cuestión subyacente al problema que apuntas, Francisco, la cantidad exacta de materia oscura que contiene nuestro Universo. Si fuéramos capaces de determinarla sabríamos el destino final que nos espera: o bien una expansión indefinida en la que todos los objetos quedarían tan alejados unos de otros que es como si estuvieran aislados, o la inversión del proceso en un Big Crunch y vuelta a empezar. Como tú dices, apasionante. Me gusta que te gusten estas entradas.

Un fuerte abrazo.